Ay, que mal trato le dan. Una película de romanos. Lejos de Espartaco de Kubrik, mucho más matizada y con diálogos inteligentes. Esta pobre Hipatia de Ágora tiene pocos momentos brillantes.
Cuando deduce la órbita elíptica de la Tierra es casi el único momento en que asoma lo brillante que debió ser. Aunque no es muy creíble que, en el momento en que Alejandría está en llamas, ella, una persona comprometida, esté en órbita. Siendo justa, también creo que describe bien las discusiones entre los cristianos y los paganos ilustrados. La plebe es la que abrazó la fe, no tenían nada que perder salvo la condición de esclavo.
Otro momento bueno: cuando se asombran que no “crea”. “Creo en la filosofía” dice ella. En el pensamiento, en la razón. La última pensadora griega deductiva. Después, las tinieblas.
El resto, desafortunadamente, un aburrimiento.
Sí, estic molt d'acord amb tu. D'aquest tema se'n podia haver tret molt més profit. S'ha sacrificat l'aprofundiment en les idees i en els arguments a favor de l'espectacularitat, la taquilla. Llàstima!
Josep M.
Gràcies, Josep.
Mira, hi ha un altre bloc d'una col·lega que també opina sobre Hipàtia: lectoracorrent.blogspot.com/2009/10/hipatia-i-agora.html