Después del terrible maremoto de ayer en Japón, para prevenir daños personales en las costas del Pacífico americano se advirtió a la ciudadanía que se alejara de las playas. Pese a ello, el mar se llevó a cinco curiosos, uno de los cuales desapareció y no fue rescatado. (El País, 12/03/2011).
Semejante comportamiento me ha hecho pensar que sería un candidato a los premios Darwin; cumple muchos requisitos: excelencia, autoselección y, probablemente, madurez psicológica técnica.
Parece también que cumple la veracidad, aunque por un buen periodismo habría que buscar por lo menos una segunda fuente original. Y también, comprobar que no tenga hijos, de modo que la especie ganaría al haber perdido algunos genes de tan asombrosa falta de sensatez.
Podríem afegir altres candidatures: si els altres quatre moren sense descendència.